29, Vejigas diminutas

Nash y Bones saltaron de sus asientos y ambos apuntaron con sus armas a Razor antes de que tuviera oportunidad de reaccionar.

—Inténtalo y verás por qué seguimos aquí—le dijo Nash. Mi loba estaba más que complacida con su reacción. Nos estaba protegiendo. Suspiré internamente ante su fe ciega en él...

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