43, redireccionamiento

Pasé por la habitación de Tite, por accidente, por cuarta vez esta mañana. No lo hacía a propósito. No podía evitar que mis tareas me llevaran continuamente frente a su puerta. Como cuando el Jefe me preguntó si sabía si ella había salido por el día. O cuando necesitaba ir de las oficinas a la recep...

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