Capítulo once

—Había algo allá afuera. Una figura encapuchada, pero podía ver sus ojos. Sus ojos eran rojos, era lo único que destacaba en la oscuridad— murmuré. Nada podría haberme preparado para lo que era esa cosa. —Nunca antes había visto ojos rojos. Penetraban en mi alma, casi como si me estuvieran llamando ...

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