Una dura traición

Willow se estremeció cuando una brillante luz blanca la cegó. Estaba de espaldas. Sus brazos y piernas extendidos sobre una cama cubierta con sábanas blancas metidas profundamente bajo el colchón. Gruesos, pesados y antiguos grilletes de metal blanco aseguraban sus muñecas y tobillos.

—Ayuda —gimió...

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