Capítulo 131

El aire nocturno era pesado, cargado de tensión y el tenue aroma metálico de la anticipación. El horizonte de Atenas se extendía ante nosotros como un campo de batalla esperando ser reclamado. Apreté mi agarre en la hoja, sintiendo la familiar oleada de adrenalina recorrer mi cuerpo. Esta noche no s...

Inicia sesión y continúa leyendo