Capítulo 47

Angela

Un momento después, escuchamos pasos y algunas voces en el pasillo. —¡Demasiado tarde, vámonos!— exclamo, entrando rápidamente a la sala que Ares y yo acabamos de dejar.

Me subo a la mesa, salto y empujo una rejilla de ventilación en el techo, que se desprende de inmediato. Salto de n...

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