Capítulo 48

Katya y yo estábamos saliendo casualmente del café cuando, de repente, ella me agarró la muñeca y me llevó hacia un estacionamiento trasero donde estaba su coche. Escuché el pitido del coche al desbloquearse justo antes de que mi mano alcanzara la manija. Abrí la puerta de un tirón, la adrenalina ha...

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