Capítulo 51

Nikolai

Hannah soltó una risa sorprendida y me abrazó, disipando la tensión de nuestra conversación anterior. —Dios, el resto de mi visita con Katya parece tan trivial ahora.

Me senté en su cama y la atraje para que se parara entre mis muslos abiertos. —A veces es agradable hablar de cosas trivial...

Inicia sesión y continúa leyendo