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... los guardaespaldas querían sacudir la cabeza con lástima, pero no se atrevieron. Uno de ellos tomó a Lisa suavemente de la mano y siguió a los demás.

—Mami, sálvame. Mami... —gimió Lisa mientras se la llevaban, pero Vanessa fingió no escuchar ni ver nada. Sabía que si lo hacía, podría realmente...

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