Capítulo 244 Por favor

Diana jadeaba, sus mejillas enrojecidas. Lágrimas brillaban en sus ojos por el dolor, haciéndolos brillar aún más.

—¡Hiciste trampa! ¡Hiciste que alguien me atrapara; eso no cuenta! ¡Déjame ir!

Luchaba por liberarse, solo un poco más y habría escapado.

Pero en el siguiente segundo, sus pies dejar...

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