Capítulo 431 Adiós

Diana no podía creerlo hasta que estuvo de vuelta en su habitación.

Se dio unas palmaditas en las mejillas, enrojecidas de emoción, y sus ojos brillaban.

—¡Dios debe estar ayudándome!

Diana murmuró para sí misma, emocionada.

Había estado preguntándose cómo sacar a Benjamin, y ahora Charles le ha...

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