Momento ilícito

Bane abrió la puerta de la ducha y me sacó de allí. Esperaba que me llevara a la cama, pero en su lugar me sentó en la cómoda.

—No quiero que lo hagas todavía —se colocó entre mis piernas, permitiendo que la brisa helada se colara entre ellas.

Sonriendo, lo besé antes de morderle el labio. Sabía qu...

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