La odio de verdad

—¿Su madre también la va a golpear? ¡¿Qué demonios les pasa a ustedes?! —gruñó el Alfa George—. ¡Es solo una niña! Una niña indefensa y desamparada. Apenas la conocí, pero incluso yo sé que no haría daño ni a una mosca.

Siguió murmurando, pero realmente no sabía. No sabía que toda la manada, inclui...

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