Capítulo 4 ... Y LO HICISTE DELANTE DE MÍ (2)

Mi cara debía ser realmente deplorable, porque las pequeñas sonrisas que venían exhibiendo se borraron en cuanto me vieron. Gabriel se acercó con rapidez hasta donde estaba, soltó su bolso y la comida que traía para darme un apretado abrazo. Lo correspondí con el sentimiento de culpa de que no debía...

Inicia sesión y continúa leyendo