Capítulo 27. MI REFLEJO Y YO (parte 4)

Antes de irme hablé con su mamá para tramitar el permiso. La señora Carolina se emocionó tanto que sus ojos brillaron con algunas lágrimas. Le pude haber dicho que llevaría a Pacita a un burdel para que unos tipos en tangas nos hicieran un baile erótico y aun así hubiese aceptado. La única condición...

Inicia sesión y continúa leyendo