Capítulo 414 Coqueteo en la oficina

—Señor Heilbronn, ¿nos vamos? Si nos quedamos más tiempo, me temo que no podrá soportarlo.

Aurelia lo provocó, colocando deliberadamente su mano cerca de su firme pecho. Lo que él no podía soportar, naturalmente, quedó sin decir.

La nuez de Adam de Nathaniel subió y bajó, sus párpados se movían in...

Inicia sesión y continúa leyendo