Capítulo 439 Lo compré al pasar por la farmacia

Aurelia tomó pequeñas bocanadas de aire, llenando sus pulmones de oxígeno, y luego exhaló profundamente, como si esa fuera la única manera de asegurarse de no asfixiarse.

Después de un largo rato, se acurrucó contra su pecho y murmuró suavemente:

—Esta tarde hablé con Dorothy. Debería estar dormid...

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