Capítulo treinta y seis

Capítulo siete

Pero bueno. Podría guardar el segundo café para tomarlo más tarde (aunque si lo hacía estaría súper nerviosa—una taza grande como esta era todo lo que podía manejar). O podría simplemente tirarlo por el desagüe, lo cual sería un desperdicio, pero...

Sacudí la cabeza mientras entraba...

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