Cincuenta

Capítulo veintiuno

Solo había navegado unas pocas veces en mi vida, hace tanto tiempo que apenas lo recordaba. Pero podía recordar estar acostada de lado cerca de la proa del pequeño velero, dejando que mi brazo colgara, mis dedos apenas rozando la superficie del agua azul. Entonces, mi primo se ac...

Inicia sesión y continúa leyendo