Sesenta y ocho

Capítulo treinta y ocho

A la mañana siguiente, me desperté e hice café. Miré por la ventana nuevamente mientras tomaba mi primera taza, observando a la gente salir de sus edificios de apartamentos, dirigiéndose al trabajo, coches pasando, dos chicas corriendo por la mañana. Luke no estaba a la vist...

Inicia sesión y continúa leyendo