Capítulo 48

Punto de vista de Angela

—Nunca quise irme —mi voz se quebró y sus labios se estrellaron contra los míos en comprensión y alivio.

Se apartó ligeramente, apoyando su frente en la mía mientras hablaba contra mis labios—. Por favor, nunca me alejes, no voy a irme a ningún lado.

—¿Y qué hay del a...

Inicia sesión y continúa leyendo