133 Monstruo cubierto de llamas

El punto de vista de Elizabeth

Pero Jo pareció notar mi confusión. Puso un dedo en mis labios y me hizo una señal para que no hablara. Luego se giró y me bloqueó con su cuerpo.

—¿Puedo llevarme a mi esposa ahora?

—¡Por supuesto que puedes! ¡Por favor! —Las voces de varios ancianos temblaba...

Inicia sesión y continúa leyendo