Capítulo 11 capitulo 11

El calor en el cuerpo de Mía se volvió insoportable. Un fuego interno la consumía desde el cuello hasta el vientre, haciéndola gemir entre dientes. Sus manos temblaban al tocar la piel marcada, y al apartar el cabello, se notaba: la zona estaba roja, encendida como una llama viva.

Sus ojos se clava...

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