Capítulo 28 Capítulo 29

El mundo me recibió con una luz blanca y cortante cuando abrí lentamente los ojos. El frío metálico de unas cadenas rodeaba mis muñecas, y me descubrí de pie, tambaleante, en una sala de interrogatorios. La piedra húmeda de las paredes exudaba un olor rancio, mezcla de hierro oxidado y sangre vieja....

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