Capítulo 33 34

El viento golpeaba con insistencia las paredes de la cabaña, como si quisiera arrancarla de sus cimientos. Mía mantenía el diario apretado contra su pecho, sus dedos hundidos en el cuero curtido, mientras las palabras que había leído seguían ardiendo en su mente. El fuego de la chimenea se agitó de ...

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