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“Señor, hemos llegado”, gritó el conductor.

Harper no esperó. Abrió la puerta de golpe y salió corriendo, cerrando la puerta de golpe con tanta fuerza que hizo temblar el marco. Marco fue a seguirla, pero ella se dio la vuelta.

"Si me sigues" advirtió con los ojos entrecerrados por la furia "dormi...

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