Capítulo 39

—¿Qué demonios? Ha roto mi prenda de noche más cara, pero santo cielo, eso envía choques eléctricos por todo mi cuerpo. Puedo oler el potente whisky en su aliento y el calor de sus manos mientras acaricia uno de mis pechos, pellizcando mi pezón erecto que está deseando que lo tome con su boca.

Mis ...

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