Capítulo 41

Si no estuviera tan enfadada, tan enfadada que siento cómo me sube la temperatura, encontraría esto hilarante. Él está a mi lado en la puerta de su Mercedes negro, el chofer sostiene la puerta trasera abierta, esperando pacientemente a que uno de nosotros al menos se suba.

—Cámbiate—. Puedo oír el ...

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