146

Me levanto de mi silla de un salto, con el corazón latiendo con fuerza, mientras Creed pone un brazo a cada lado de mí y me arrincona contra la pared.

—Evitarme no te servirá de nada —dice, y creo que olvido mi propio nombre por un momento.

—No te estaba evitando —susurro, preguntándome cuánto le ...

Inicia sesión y continúa leyendo