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Creed sonríe con suficiencia, y hago lo posible por no suspirar mientras su aroma me envuelve. Siempre huele tan limpio, como detergente de ropa en algodón fresco y crujiente, colgado al sol brillante y la brisa fresca para secarse. «Vaya, Marnye, ¿te estás poniendo poética?»

—Es verdad —se inclina...

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