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—También hay Kleenex y Jergens —dice Zack con suavidad, y me sonrojo, pensando en ese bote de basura lleno de pañuelos en el B&B. Ugh, qué vergüenza. Al menos sé que no fui la única persona que se tocó esa noche.

—Oh, créeme, tengo juguetes en mis habitaciones. Mejor que pañuelos y loción. Pero no ...

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