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Hay tanto escrito en la calidez de sus labios: una promesa de luchar, un fuego que arde y una reivindicación posesiva que me hace temblar. Pasa su lengua por mi labio inferior y se aparta, dejándome frente a un Zayd frunciendo el ceño.

Me entrega una leche y luego agarra mi mano con sus dedos tatua...

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