275

—No veo por qué tengo que seguir intentándolo —dice Creed con desgana, gesticulando vagamente en mi dirección mientras se deja caer en uno de los sillones de cuero de la biblioteca—. Ya fui aceptado en la escuela. ¿Qué importan mis notas ahora?

Cruzo los brazos sobre mi pecho y le doy mi mirada más...

Inicia sesión y continúa leyendo