Capítulo 14

El sabor de su nombre aún permanecía en mis labios cuando abrí los ojos completamente. Y entonces, todo se hizo añicos.

No era Samantha.

Mi corazón se desplomó como una piedra al darme cuenta de la realidad, golpeándome con la fuerza de un puñetazo. Mi visión se aclaró lo suficiente para ver el rost...

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