Parte 113


El Alfa exhaló bruscamente, inclinándose para darme un beso húmedo en mis labios apenas mordidos. —No quiero dejarte ir, cariño. —Pero sus manos dejaron mi cuerpo inferior y subieron para tocar los bordes de mi mandíbula. Desde tan cerca, pude ver que sus ojos estaban más oscuros, las pupilas di...

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