Parte 121

Tragué saliva ante la pregunta. Tenía la garganta seca y, curiosamente, los nervios, que habían desaparecido por un tiempo, volvieron con toda su fuerza. Mis manos estaban sudorosas mientras miraba a Aiden, la piel erizada de escalofríos. No podía evitar recordar el momento que intensificó mi miedo ...

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