Parte 66

Una figura familiar se acercó a mí segundos después, mientras seguía llorando en el viejo banco. Intenté inhalar y parpadear para contener las lágrimas, levantando la mano para presionar las puntas de los dedos contra mis ojos. El Alfa carraspeó, su mirada clavándose en mí. ¿Había visto mis lágrimas...

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