Parte 84

Una vez que logré escabullirme de la casa de la manada, mis pies me llevaron a ese banco solitario en el jardín. Dejándome caer, dejé escapar un suspiro, mis ojos recorriendo el lugar. El parque estaba lleno de flores de todas las formas, tamaños y colores, tantas que no podía nombrar ni una sola. O...

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