Capítulo 39: La Cripta de los Ecos

El “atajo” de Selene era una pesadilla vertical. Una serie de cornisas apenas visibles y asideros precarios en la cara casi vertical de la montaña. El viento aullaba a nuestro alrededor, amenazando con arrancarnos de la roca. Selene se movía con una seguridad asombrosa, su cuerpo de loba perfectamen...

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