Ochenta metros

Elisabeth, año 2008.

El corazón es considerado una bestia.

Y era por eso que se encontraba encerrado detrás de nuestras costillas, en una jaula, para protegerse, o para protegernos.

***Lo había sabido siempre, desde el día en que nací, solo que esta noche, también lo he sent...

Inicia sesión y continúa leyendo