Mi Hijo

Maldita sea. Lo preguntó.

—Tiene seis —respondí en un susurro.

—¿Y cómo es?

Sonreí y me encogí de hombros, tratando de mantener un tono ligero, aunque por dentro se desataba una tormenta.

—Oh, ya sabes. Es un niño bonito, igual que su mamá.

Un fuerte golpe en la puerta principal nos hizo saltar ...

Inicia sesión y continúa leyendo