Caliente Y Húmeda

Luna dejó escapar un fuerte gemido de placer cuando acaricié el centro de sus muslos, encontrando su coño ya caliente y húmedo. La rocé suavemente con mi dedo medio a través de su ropa interior y sus caderas se alzaron. Estaba más que lista. Deslicé el pulgar desde la curva de su muslo, colándome ba...

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