Tiempo De Chicas

—Hola, Tina, estoy bien, gracias, ¿y tú? —bromeé por no saludarme.

—Chica, acomodémonos en estos lujosos cojines de este enorme sofá, y cuéntame todo —dijo, llevándose al salón. Tomé dos copas de vino y dos platos y me uní a ella.

—Entonces, dime, ¿cómo van las cosas con nuestro prometido millonar...

Inicia sesión y continúa leyendo