Fuerte Discusión

Mientras comíamos, no podía dejar de mirarla. Luna estaba preciosa, con sus ojos color

miel brillando bajo el sol. La amaba más que a nada en el mundo, y sabía que haría

cualquier cosa por verla feliz.

Después del almuerzo, pasamos al interior para disfrutar de la colección de whisky caro de

mi padr...

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