Capítulo 35: Se apresuró a salvarla

Varios hombres golpeaban la puerta como lobos rabiosos —¡Abran la puerta, no podrán escapar esta noche!— Sus voces resonaban en el pasillo silencioso como fantasmas mortales.

Melinda buscaba frenéticamente en su bolso, sus dedos temblaban mientras agarraba su teléfono.

Buscando a alguien de confia...

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