Capítulo 40: No te enamores de mí fácilmente

¿No la llevó a su casa, sino que la trajo a la suya?

Melinda se puso alerta de inmediato. Se miró a sí misma, su ropa estaba intacta, sin señales de haber sido manipulada.

Suspiró aliviada y se levantó rápidamente de la cama. Sin embargo, sus zapatos no estaban por ningún lado, así que tuvo que ca...

Inicia sesión y continúa leyendo