Capítulo 75: La verdad es demasiado repugnante

Justo cuando estaba perdida en sus pensamientos, su teléfono sonó repentinamente. Lo tomó y vio que era Larry llamando.

Una ola de nerviosismo la invadió mientras contestaba la llamada con cuidado.

—Hola, abuelo —Melinda trató de mantener su voz firme.

—Melinda, ¿estás ocupada? ¿Te mencionó Raymo...

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