Capítulo 84: Incidente embarazoso en el baño

Después de un largo rato, Raymond soltó su mano y se subió a la cama. El rostro de Melinda se puso rojo de nuevo, su mente llena de la imagen de los músculos perfectos de Raymond.

—¿Qué estás haciendo? —exclamó Melinda.

—¡Durmiendo contigo, por supuesto! —respondió Raymond con una sonrisa traviesa...

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