Capítulo 8 Las personas verdaderamente excelentes no obstaculizan a los demás

Los dedos de Emily se cerraron en un puño apretado, sus nudillos se pusieron blancos por la presión, y de repente se lanzó hacia adelante. Como un animal salvaje, Emily agarró los hombros de Isabella y la empujó con fuerza.

Isabella, totalmente desprevenida, no tenía idea de que Emily realmente se ...

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