Capítulo 377 Milo, eres un pervertido

Milo levantó la mirada, su expresión aún suave mientras le sonreía.

—Grace, ¿cómo puedes ser tan olvidadiza? Hablaste con él esta mañana, ¿y ya lo has olvidado?

Grace sintió un escalofrío recorrer su espalda, un sudor frío brotó en su piel. De inmediato recordó al jardinero responsable de podar la...

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